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Fiscal Dra. Aida Farrán Serlé

Se espera el pronunciamiento de la jueza para elevar a juicio el crimen de María Teresa Lobato

- 10 de mayo de 2019 -


La Fiscal Coordinadora de la Unidad de Narcomenudeo del Ministerio Público Fiscal Dra. Aída Farrán Serlé, durante una audiencia de control de pruebas efectuada el jueves 9 de mayo solicitó la prórroga de la prisión preventiva del imputado Jefferson Parra por el homicidio calificado por el vínculo de María Teresa Lobato, por mediar una relación de pareja, hecho que tuvo lugar en la localidad de Toro Pozo, departamento Salavina, en el interior santiagueño, en el mes de abril del año 2017.

Durante la audiencia, la representante del MPF ofreció los testigos y los secuestros llevados a cabo oportunamente, sin que la defensa se haya opuesto a lo planteado.

La Dra. Farrán Serlé argumentó oportunamente que ante la proximidad del juicio oral, y dado que el imputado no tiene arraigo en el país, siendo de nacionalidad colombiana, es que se pide la prórroga de la prisión preventiva.

La jueza Dra. Norma Morán difirió la resolución, atribuyéndose los plazos que establece la ley.

Los hechos

El homicidio de Lobato, ocurrido durante el mes de abril del 2017, lo que derivó en la detención de Jefferson Parra, de nacionalidad colombiana, por ser el principal sospechoso del mismo.

Parra habría ultimado a Lobato asestándole 18 puñaladas, por los cargos de supuesto delito de “homicidio calificado por feminicidio”.

La Dra. Farrán Serlé tuvo a su cargo la investigación del caso, con la colaboración de personal de la División Homicidios y Delitos Complejos de la Policía de la Provincia, acaecido el 28 de abril de 2017, cuando la víctima se encontraba sola en su casa junto a su hijo, ya que su esposo trabajaba en Córdoba.

Según se desprende de la investigación de la Fiscalía, Parra y la víctima acordaron verse a solas, con la excusa de una venta de muebles a domicilio.

Cabe recordar que la causa dio un giro importante cuando los investigadores encontraron en la casa del colombiano sus zapatillas con manchas de sangre. Una pericia de ADN confirmó que se trataba del patrón genético de la víctima.